domingo, 19 de junio de 2011

EXCURSIÓN POR LA ZONA DE AOIZ

Aprovechando la bonanza climatológica, el domingo nos fuimos de excursión por la zona de Aoiz. Nuestro primer destino fue el pantano de Itoiz. Impresiona y trae a la cabeza las muchas muestras de rechazo que trajo en su día su construcción.
¡Qué pensarán los habitantes de los pueblos de la zona sumergida por las aguas del pantano!. Sus recuerdos ahogados por las aguas destinadas al Canal de Navarra y al riego de unos cultivos difícilmente viables. El tiempo dará la razón a quienes desde un principio se opusieron a una obra faraónica y de cuestionable interés para los agricultores navarros, muchos de los cuales han tenido que empeñar los ahorros de toda una vida.



La segunda parada fue en Aoiz. Conseguimos que nos abrieran y enseñaran, aunque fuera brevemente, la iglesia parroquial de San Miguel. Su reciente restauración ha dejado al descubierto las paredes del piedra del templo.
El retablo es obra de Juan Anchieta (1580), incorporado a una mazonería realizada por el escultor barroco Juan Tornes (1746), policromado por Pedro Antonio de Rada.
Aparte de otros retablos barrocos que alberga la iglesia, sobresale también la pila bautismal (siglos XV-XVI), decorada su copa con relieves figurativos.
Recientemente ha sido restaurado también el puente medieval de Auzola.



Siguiendo nuestra excursión llegamos a Urroz Villa. Esta población cuenta con la segunda plaza más grande de Navarra, después de la Plaza del Castillo, en Pamplona.
Se trata de una plaza, en parte porticada, con diversas casas góticas con puerta blasonada. En el interior de la plaza se encuentra también el frontón, de una sola pared.
Gótica es también la iglesia de la Concepción, ubicada junto a la plaza.
Urroz Villa tuvo en tiempos unas importantes ferias, recuperadas hace pocos años.



Camino ya de Tafalla, nuestra última parada fue Artaiz. Volver a ver la iglesia de San Martín de Tours, después de muchos años, fue un auténtico placer visual.
Esta pequeña iglesia parroquial está considerada el mejor ejemplo del románico rural navarro.
Del conjunto de la iglesia sobresale la decoración escultórica, tímpano y capiteles de la portada.
Una visita agradable a esta pequeña población del Concejo de Unciti y que me trajo a la memoria aquellos encuentros fotográficos que hace tres décadas mantuvimos un grupo de fotógrafos convocados por Joaquín Ahechu.
Poco más que contar. No hace falta irse muy lejos para disfrutar de algunas de las maravillas que tenemos muy cerca.




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